
Cuando los coches clásicos saltan a la pista, los espectadores no solo miran lo brillante que está la carrocería. También observan qué esconden los pilotos bajo el capó (es decir, en los pies).
Gracias a Soxbot, cada conductor de la South Bohemia Classic Race pudo enfundarse estos coloridos tapacubos humanos. ¡Elevan tanto el estilo como la aerodinámica!